Principia Discordia.

Sueños de vidrio, olemos su polvo
su infinidad sobre agujas prohibidas
ante un dragón alado volando
en la nota musical.

Manzanas doradas, Caos y oración
al destello y el huracán devorando
todo, el rastro no existe y no 
canta la huella.

Perennes, seres antorpozoomorfos que
se arrastran, escorias pecaminosas
imaginadas por Eva y bendecidas
por la Eterna Eris.

El Caos traspasa la tierra y la ven
derrotada sus hombres, la vuelven
su guillotina, recuerdan su historia,
hija de revoluciones.

Se desprenden del mundo como un
hijo de la matriz, los perros huelen,
se reúnen y se comen su cuerpo
ante la tristeza.

Y el cielo llora la partida del ser
que hermoso desangra y desgarra
de cada gota de miseria su deseo
traspuesto al otoño.

Que el Hades recoja conmigo sus
alas.

Pluma psico-errante.